Cultura
de Seguridad
La cultura de seguridad es un conjunto de maneras de hacer y de pensar ampliamente compartidas por los actores de una organización en todo lo relativo al control de los principales riesgos de sus actividades.
Las grandes organizaciones (empresas, organizaciones sindicales, administraciones, organizaciones no gubernamentales), desarrollan sus propias culturas.
Es lo que se denomina cultura organizacional. La cultura de seguridad refleja la influencia que la cultura organizacional ejerce sobre las maneras de hacer y las maneras de pensar que inciden en la seguridad.
La cultura de seguridad es un conjunto de :
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Maneras de hacer (organización de la estructura, reglas y procedimientos, elecciones técnicas, comportamientos compartidos). Esta es la parte visible.
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Maneras de pensar (saberes, creencias, evidencias implícitas, relaciones con la autoridad y con los debates). Esta es la parte invisible, más difícil de percibir y más difícil de cambiar.
La cultura de seguridad refleja la influencia que la cultura organizacional ejerce sobre las maneras de hacer y las maneras de pensar que inciden en la seguridad.
Un enfoque basado en la «cultura de seguridad» no transformará entonces a la seguridad en una «burbuja» separada de las otras metas de la organización. Pondrá el énfasis en:
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El lugar otorgado a la cultura de la seguridad en los arbitrajes efectuados por la organización.
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La influencia de la cultura de la organización sobre los comportamientos y las prácticas en materia de seguridad.
Las organizaciones pueden enfrentarse a varios tipos de riesgos: accidentes leves, accidentes laborales graves o mortales, o grandes accidentes capaces de provocar un gran número de víctimas y afectar las instalaciones industriales e incluso el medio ambiente.
La finalidad de una estrategia de cultura de seguridad es controlar los riesgos más importantes vinculados con la actividad de la organización, es decir, los accidentes graves y mortales. Son los que suponen una mayor amenaza para la organización.
Es importante señalar que las diferentes familias de riesgos (accidentes leves, accidentes graves o mayores) no se enmarcan en las mismas acciones preventivas: las fallas organizacionales generalmente desempeñan un papel mucho más importante en los accidentes graves que en los accidentes leves. De hecho, cuando se produce un incidente serio usualmente está involucrada la falla sistémica de una gran cantidad de barreras.